Por: José Fernando Villegas Hortal
Reconociendo los excelentes resultados de este trabajo intenso entre el sector público y el sector privado y entre el Gobierno Central y el Gobierno Regional, debemos advertir que aún quedan algunos temas pendientes, que por diferentes razones no están resueltos, y que se requieren concretar para que la inversión de más de 17 billones de pesos pueda funcionar en forma óptima.
Al momento de escribir estas líneas, al presidente Iván Duque le quedan aproximadamente cuatro meses para culminar su gobierno, a mi juicio, con un balance bastante positivo en Antioquia y el Eje Cafetero en cuanto a construcción de infraestructura vial, siete concesiones y dos Iniciativas Privadas, algunas ya en operación, pero todas ellas con avances importantes o muy próximas a culminar. Sin duda, un compromiso asumido con seriedad por parte del Gobierno Central, que a través de diferentes entidades, como la Agencia Nacional de Infraestructura, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, el mismo Instituto Nacional de Vías, el Departamento Nacional de Planeación y la propia oficina de la Presidencia, lograron sacar adelante todos los temas que permitieron que estos contratos, de alta complejidad, lograran avanzar en un país lleno de trabas y complicaciones ambientales, legales y sociales.
Quiero reconocer públicamente el compromiso del señor Presidente de la República y todo su equipo de gobierno para concluir todos los contratos iniciados en la administración anterior, gracias a un trabajo articulado entre todas las entidades adscritas al Gobierno Central con la Gobernación de Antioquia y el grupo de Infraestructura para La Competitividad, liderado desde hace más de 18 años por la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, se pudo avanzar, y es así como ya contamos con tres concesiones que han entregado el 100% de sus obras, y todo el programa en Antioquia ya cuenta con un avance superior al 84%. De esta forma, podemos decir con orgullo y mucha alegría que pronto estaremos viendo materializado el sueño que tuvieron nuestros abuelos y nuestros padres hace muchos años de ver a Antioquia adecuadamente conectada físicamente con el resto del país.
Pero, reconociendo los excelentes resultados de este trabajo intenso entre el sector público y el sector privado y entre el Gobierno Central y el Gobierno Regional, debemos advertir que aún quedan algunos temas pendientes, que por diferentes razones no están resueltos, y que se requieren concretar para que la inversión de más de 17 billones de pesos pueda funcionar en forma óptima.
Comencemos por el Intercambiador de Primavera, 3.3 kilómetros de doble calzada entre Primavera y Cuatro Palos, y la solución definitiva al tramo entre el intercambiador de Titiribí y Puerto Escondido (unidad funcional 2) que debió ser modificado a raíz del deslizamiento presentado el mes de mayo de 2019 en la Concesión Pacifico 1, que aún deben anexársele al contrato y dejar las modificaciones debidamente formalizadas y fondeadas.
Otro pendiente es el puente de Bolombolo sobre el Rio Cauca, que permita el paso de vehículos pesados y sus respectivos brazos de conexión con la Concesión Pacífico II y Pacífico I, que deberían anexarse a la concesión Mar I.
Finalmente, el tramo final de 7 Kms entre la Felisa y La Pintada de la Concesión Pacifico 3 que presenta reclamos sociales por parte de los moradores e interferencia con la red de Ecopetrol debería ser aceptado como un evento eximente de responsabilidad por parte del concedente, para permitir que estas actividades pasen a ser parte de la etapa de operación y mantenimiento y así se pueda poner prontamente en operación la unidad funcional 5.
Resuelto estos puntos críticos, las concesiones en Antioquia a cargo de la ANI quedarán funcionales al 100%, pero: ¿Qué pasa con los accesos a Medellín? ¿Qué ocurre con el paso por el Área Metropolitana? ¿Está Medellín y los municipios del Área Metropolitana mirando el problema con responsabilidad?
Veamos un poco:
El acceso y la salida por el Sur presentan un cuello de botella que requiere por un lado dos intercambios viales sobre la autopista sur, y por el otro, la construcción de 3.3 kms de vía distribuidora en el Municipio de Sabaneta.
El acceso y la salida por el Norte requiere el complemento al intercambio vial La Seca de norte a sur y la construcción de 3.1 Km de vía distribuidora entre Moravia y Zamora.
El acceso y la salida por el occidente, requiere de una conexión adecuada entre el corredor del rio y la carrera 80 para acceder a los 4.3 Km de doble calzada que comunican con el Túnel de Occidente.
Finalmente, entre los valles de Aburrá y San Nicolás al oriente, que, aunque cuenta con varias vías para mover los cerca de 100.000 vehículos/día, estos adolecen de adecuados accesos, tanto en el Valle de Aburrá, como en el Valle de San Nicolás. Los municipios de Medellín, Envigado y Rionegro no han asumido con responsabilidad el problema de movilidad derivado del importante crecimiento urbanístico y del aumento del tráfico automotor que se deriva de él y también del crecimiento comercial entre los dos valles.
Hemos adelantado parte de la tarea en los últimos años, pero de nada sirve invertir tanto dinero por parte del Gobierno Nacional si los alcaldes no resuelven el problema de acceso a las ciudades.